Un equipo de actorices se tira al vacío para improvisar distintas escenas, sin pautas previas, más que desarrollar actuación verosímil desde el eje de lo afectivo. Un director en vivo y en directo va guiando a las actuaciones, tirando sogas, acomodando ideas.
¿Será más dramática esta historia o más humorística? ¿Aparecerán mundos fantásticos? No lo sabemos…